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viernes, 29 de mayo de 2015

OLVIDAR LOS VALORES PARA HABLAR DE PENSAR ÉTICAMENTE.


Hace ya  unos años marché del centro de trabajo donde había colaborado, trabajado, compartido más de 14 años mi vida. Seguramente la forma en que marché no fué muy apropiada, pues no me despedí prácticamente de nadie. Marché o huí por la puerta de atrás sin hacer ruido, en silencio y sin ganas de nada.
En ese centro estuve con 3 equipos directivos diferentes y con una trayectoria pedagógica muy diferente de unos a otros. Colaborativos, Pedagógicos , Funcionales ... Esa experiencia me ha servido mucho para hoy posicionarme en el centro que definitivamente acabaré mis días como profesor. Ese centro siempre a lo largo de los años fue un espacio de diálogo, de encuentro, de valorar lo que uno tenía , de alegrarse de lo que uno recibía , de compartir lo que uno podía.. En los años pude obtener experiencias con  los chavales que siempre eran de agradecer, de descubrirse  como persona.
Hoy no puedo decir lo mismo, Me hace pensar el modelo que estamos imponiendo .. En primer lugar como aparecen nuevamente la cultura de los valores pero vinculados a la empresa y al modelo de la producción social . Esfuerzo para tener, responsabilidad para tener, capacidad de gestión para tener, habilidad para tener , ...  Parece que esa irrupción con fuerza nuevamente se proponga configurar un territorio de futuro definido como competitivo, como emprendedor, como gestor.
Claro , cuando a uno se le ocurre esto , necesita mirar y saber observar a su alrededor para no caer en eso de la nostalgia del pasado. Sin embargo , desde que salí de aquella realidad de instituto público de la periferia de una población me encuentro con la falta de argumentos sólidos para desear estar en el aprenderse.

En eso de enseñar y instruir  hay una confusión puesto que parece a veces que la buena educación o el civismo sea sinónimo de valores éticos y morales. En el centro público también hay esta buena educación y civismo tal como la última visita de un abogado les comunicaba al finalizar su conferencia debate el pasado día hablando de : " la buena conducta cívica que habían todos mostrado" . Pero eso contrasta con las palabras que posteriormente recogía entre ellos hablando del "viejo ese" que había venido. O también contrasta con el discurso de final de curso de la promoción del curso que criticaban mi persona cuestionando mi exceso de rigor, mi incapacidad de saber transmitir de manera clara y precisa, .

Claro uno aprende de la vida y no será casualidad que uno cuando sus padres lo llevaron a una escuela cristiana privada  se sintiera raro, mal , ajeno  con ese tipo de estudiantes y de familias que le imponían las reglas, le limitaban su pasión, le bajaban su autoestima por no jugar a fútbol o hacer deporte. Y seguramente ahora me encuentro de nuevo con esta misma piedra en el zapato. Considerar que ellos , las familias y alumnado te hace un favor a ti, valorar siempre que el poco esfuerzo es merecedor de una cualificación más alta, entender que el profesor quiere que se le repita sus palabras, considerar lo ético como una lección de educación y de pasar un examen,. 


En definitiva parece que eso de los valores ha dejado de coincidir con lo que uno es y se sitúa más con lo que uno tiene. Por ejemplo , hay dos acciones que me han sorprendido ; la primera es como tutores y centro frente a una posibilidad que la Universidad  ofrece a futuros estudiantes de derecho, en su  día  han sido olvidadas y menospreciadas por los alumnos . Se había hecho una gestión considerable de correos, teléfono, de tiempo invertido en sus gestiones para que finalmente ellos y ellas dejen de ir el día de la cita porqué llueva . La segunda cosa que sorprende  también , es en una posibilidad de  participación que la Universidad  pide a un grupo que obtuvo el año anterior un premio de colaboración en el nuevo proyecto que actualmente impulsa , las alumnas olvidan y dejan a toda la organización del evento en ascuas.
Estas actitudes parece que muestran una cierta indiferencia hacia lo que a uno o una no le toca directamente. Parece que cierta altivez nos preparara mejor para este mundo de tanto tienes tanto vales y que se puede palpar con los recursos que me encuentro. Si antes cuando hablaba de campos de concentración los chicos me decían donde queda eso , ahora muchos me constatan que los han visitado con sus padres. Pero seguidamente parece que eso sea el turismo del verano familiar . Claro uno se pregunta si los valores se pueden explicar o si hay que vivirlos hoy ? Mi respuesta frente a la realidad que me encuentro es precisamente por ese tipo de mundo del espectáculo que estamos generando , de las actividades programadas de forma aséptica para indicarnos como pensar correctamente olvidando que pensar y actuar van necesariamente juntos. Se trata pues de convertir la cultura de los valores en un pensar acto , en un compromiso con uno mismo sobre lo que quiere y desea pensar cercano a lo que uno hace . 

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