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miércoles, 24 de octubre de 2007

Melancolia o tristeza de un alma perdida: sonata en prosa abierta.

Buscar y encontrar alguien. Como si no quisiera uno mismo reconocer que nace solitariamente para respirar en soledad y vive en soledad para morir solitariamente. La via es un retrato en solitario de lo que nos estamos contando dia a dia nosotros mismos. Por eso nuestras miradas reflejan tantas veces encuentros ajenos y distintos de seres que intentan hablarse sin poder conseguir que aquello que dicen se pueda escuchar. Nadie escucha porque todos hablamos a la vez. Hablar a la vez es verborrear en los preciosos instantes de nuestra existencia aquello que nos ha tocado de cerca, aquello que nos ha aproximado a lo que nos estamos intentado decir cada mañana. Paseamos ligeramente como si de puntillas se tratase para no despertar ni molestar a nadie. Aquel compañero se contradice , aquella compañera nos mira y nos fulmina con su mirada, aquel perrito pequeño se lamenta de que no seamos sus dueños, la vecina no nos saluda, y así aprendemos de todos y de todo. Se trata de buscar , de encontrar entre la basura aquellas joyas que alguien un día rechazó y lanzó -sea por descuido sea por exceso sea por molestia. Vidas desperdiciadas como nos cuenta Zygman Bauman : la ciudad de lo residual, de los vertederos que excluyen todo aquello que en un día usan y a la noche desechan para volver a comprar mañana y volver a tirar por la noche el residuo de un instante efímero de algo que ya pasó. Todo es demasiado rápido en esta sociedad líquida . poco estable, de cambios constantes, de temporalidades, de los sin techo, sin papeles, sin nombre, sin identidad, sin rostro. Buscar entre los escombros para encontrar alguien que como uno mismo se recoja en sus escombros diarios. Escuchar y oir en la nada pemaneciendo al desnudo frente al aire que nos dibuja nuestra silueta. Solitarios corazones en busca de un lugar para recogernos a nosotros mismos de lo que no podemos encontrar en nosotros mismos. Demasiado incómodos para estar con lo que llevamos puesto: nuestras máscaras diarias que nos cobijan de las miradas de los otros. Permanecer en la tristeza de un alma perdida que jamás acaba por encontrar un lugar donde estar, donde guarecerse , donde hospedarse , donde descansar. Quizás no descansa esta alma triste y perdida añorada de los limbos que un día le descubrieron que entre el paraiso y el infierno existe ese espacio de nadie, de nada que todos vamos en algunos ratos a parar. Vertederos de nuestros sueños, de nuestros deseos, de lo que no somos , de lo que si somos, de lo que no escribimos o de lo que no hemos aprendido todavía a leer todavía.
El alma sola calla y observa , sólo observa para en silencio seguir donde está. Un día supo que encontrar y buscar no son sinó un viaje de toda una vida.

3 comentarios:

Muriel dijo...

Poder em passa que enyoro fins i tot el que no m'ha passat mai. Poder voler presentar quelcom sigui el que sigui, sense pensar massa, poder que la tardor m'afecta, o poder és una simple apreciació sense fonament.

L'alegoria de la caverna no em deixa indiferent, el teu escrit sobre la realitat tampoc. A vegades, pensar tant em fa venir mal de cap i obrir portes a mil preguntes sense saver si estic preparada per la resposta e crea sensació de pànic.
Gràcies per la visita.

Anónimo dijo...

Claro que hay vidas desperdiciadas y almas perdidas, pero eso lo crea el día a día y nuestro conformismo. En ese aspecto somos unos ignorantes, hacemos de nuestras vidas: rutina, eso es lo que hace que nuestras almas se pierdan, perdemos la ilusión de nuestros sueños y de los objetivos que algún día tubimos...todo por sobrevivir un día más y el final es para todos el mismo.
Personalmente, yo no quiero una vida así, aunque supongo que al fin y al cabo acabaré como todos. En fin, yo tengo mucha fuerza (ilusión) pero me falta experiencia y supongo que eso harà que me una al rebaño sin más.
CARMEN

Anónimo dijo...

Fa unes setmanes vaig perdre la ilusió per a tot. Ni tant sols tenía ànims per llevar-me.
Ara, tot s'ha calmat. I sembla ser que entre tota la boira que en temps passats hi va haver, comença a sortir el sol.
Un sol potent, enlluernador, que em retorna aquell somriure que creia perdut.

L'especial de tot plegat és llevar-te un dia i adonar-te'n que la teva ànima segueix sent teva. I en aquell moment, començes a viure de nou, a respirar novament.

JUDITH

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